Una protesta que, a pesar de ser exitosa, se quedó a años luz de la capacidad de convocatoria de las dos últimas manifestaciones celebradas en Alicante contra los recortes sociales, que llegaron a alcanzar 50.000 seguidores. En la de ayer, los participantes fueron 22.000, según fuentes de la Policía Nacional, y 40.000, según los convocantes.
En ella sonaron con fuerza proclamas a favor de una huelga general y los sindicatos aseguraron que «solo es el punto de partida» de las movilizaciones previstas. Partidos políticos de izquierdas, otras organizaciones sindicales y diversos colectivos ciudadanos se sumaron a la convocatoria, no sin ciertas reticencias.
El objetivo era el mismo para todos ellos, protestar no solo por la normativa laboral aprobada por el equipo de Mariano Rajoy, sino también por los recortes en servicios públicos ejecutados por el Consell, la subida de impuestos y, en definitiva, por una gestión de la crisis con la que muchos no están de acuerdo.
No obstante, en la manifestación de ayer pudo contemplarse de forma muy gráfica una división entre la parte oficial de la protesta y la más ciudadana. La primera, encabezada por CC OO, UGT y los partidos PSOE, EU, Compromís y PCPV, entre otros. La segunda, representada, de forma casi testimonial, por miembros de los colectivos Toma la Plaza y 15-M y plataformas como Stop Desahucios.
La comitiva partió pasadas las 12.00 horas de las escaleras del IES Jorge Juan. Tras la pancarta principal, en la que se leía ‘No a la reforma laboral injusta, ineficaz e inútil’, representantes de CC OO y UGT, capitaneados por sus máximos responsables en Alicante, Consuelo Navarro y Óscar Llopis, respectivamente.
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