Los hechos acontecieron a plena luz del día, un hombre camuflado bajo un disfraz de esqueleto se acercó sin disimulo a una bicicleta y con unas pinzas rompió la cadena que estaba sujeta por un candado y la robó ante los ojos de 50 testigos que enmudecieron y dejaron escapar libremente al ladrón.

Esta acción ha sido llevada a cabo en el marco de la Operación Implacable por parte de un oficial de policía de Brístol (Inglaterra), Neil Spring, que disfrazado de esqueleto a plena luz del día pretendía demostrar como se puede robar sin que nadie lo denuncie. La bicicleta era suya y la había colocado en la calle previamente al “robo”. El objetivo de este misión era incentivar a los ciudadanos a que denuncien la comisión de un delito del que sean testigos.