Hans Brinker Budget’ de Ámsterdam se publicita como el “peor hostal del mundo” por tan sólo 25 euros la noche. Así, se presenta como un hostal “orgulloso de haberse pasado cuarenta años defraudando a los viajeros”. Además, presume de que “sus niveles de confort pueden compararse con una prisión de mínima seguridad”.

Con esta estrategia promocional ha conseguido hacerse un hueco en el sector y se ha convertido en uno de los alojamientos más populares de la capital. En este sentido, los eslóganes de “ahora más ruido”, “ahora menos servicio”, “ahora más excrementos de perro en la entrada” han conseguido rebasar su objetivo y han causado gran impacto.

No obstante, la realidad no es tan negra como la pintan simplemente se ofrecen servicios propios de un establecimiento de bajo coste, ni aparcamiento, ni sauna, ni botones, ni aire acondicionado, ni minibar, ni ningún tipo de servicio de habitación. Pero sí se podrá disfrutar de habitaciones limpias, desayuno incluido, restaurante, Internet, entre otras cosas. Un hostal  animado que recibe a sus clientes con una bolsa de plástico repleta de suciedad. ¿Estás dispuesto a pasar la peor noche de tu vida?