En vísperas de la comparecencia de Iñaki Urdangarín ante el juez, el diario neoyorquino incluye un titular en su portada sobre el caso y una larga crónica firmada por Doreen Carvajal. La periodista asegura que fuentes cercanas al caso han facilitado al New York Times correos electrónicos en los que se demuestra que la Casa Real española era consciente de la existencia de irregularidades al menos dos años antes de lo que se ha reconocido. Sin embargo, afirma que los e-mails no muestran ningún comportamiento irregular del Rey (“The e-mails do not indicate any wrongdoing by the king”).

El diario norteamericano afirma que algunas fuentes han mencionado presiones sobre la prensa para suavizar el asunto, pero incluye desmentidos de los editores de El País y ABC.

Por último, la crónica reproduce algunos correos dirigidos por Urdangarín en 2005 a Corinna Sayn-Wittgenstein. En ellos, el Duque muestra su preocupación por la presión de la prensa, y atribuye a esa causa su rechazo al puesto de presidente de la Fundación Laureus ofrecido por la princesa alemana.