Estaba yo hablando con mi tía Rosalyn la de Sidney, bueno la tía Rosario que se cambió el nombre al llegar a las antípodas para que sonara más del lugar, pues como os decía me contaba muy preocupada mi tía Rosalyn que le habían robado la cortina del salón.

Pero ¿habrá sido un canguro salvaje?

No hija, si en Sidney no hay canguros, esto es obra de algún listo que le ha gustado mi cortina de encaje de Lagartera.

Y sin decir más levanté la mirada hacia la televisión y allí estaba

¡Tía que la he encontrado, que la he encontrado!

¿Dónde, dónde?

En la cabeza de Lady Gaga

Esta vez no ha sido un filete, ni más latas de Coca-cola, esta vez ha sido una cortina de encaje que la hacía parecer uno de los niños de la película “Los otros”. En plena gira mundial de su nuevo disco “Born this way” la cantante visitó la discoteca Nevermind de Sidney vestida con un traje beige drapeado en mil pliegues que parecía una tarta de merengue tostado, lo acompañaba de medias negras, botines blancos y bolso cuadrado en el mismo tono.

Tan feo era el conjunto que la Lady se había cubierto la cabeza con una larga cortina de encaje, como si de un velo nupcial mal puesto se tratase.

Ay Lady Gaga ¡con lo que nos cuesta reivindicar que la mujer no se tape con ningún tipo de velo o burka y tú haces de eso una moda! Para la próxima salida tengo yo una cortina de baño con un poco de moho que te iría de maravilla con unos zapatos verdes, y un mantel de cuadros monísimo, por no olvidar la colcha de flores de ganchillo.

Imagen: Divinity 

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