Las lluvias registradas durante la noche y la mañana de este miércoles en la provincia de Alicante han provocado algunas dificultades en carreteras y pequeñas incidencias en domicilios, según han indicado a Europa Press fuentes de la Guardia Civil y del Consorcio Provincial de Bomberos de Alicante .

Así, la N-325, a su paso por los términos municipales de Crevillente y Aspe, tiene “un nivel de precaución alto” por desprendimiento de rocas y piedras por la lluvia. La Guardia Civil está en la zona, a la espera de que Conservación de Carreteras la despeje.

En Cocentaina, en el kilómetro 59 de la A-7, a su paso por Cocentaina, ha habido restricciones al tránsito rodado en los carriles en sentido Valencia por los mismos motivos. Los operarios han trabajado de forma alternativa para dejar libre uno de los dos carriles.

Igualmente, en Calpe, en la zona de la Fustera, las precipitaciones han provocado la caída de un muro, lo que ha cortado parte de un carril. Se ha establecido una circulación alternativa por una carretera secundaria, hasta que trabajadores del Ayuntamiento calpino terminen los trabajos de retirada de la calzada.

Además, según los bomberos, ha habido algún problema a la salida del túnel de Batoy, pero la circulación está restablecida en ambos sentidos. Los bomberos tienen un vehículo por la zona, con la finalidad de actuar ante posibles incidencias.

En cuanto a las incidencias en domicilios, los bomberos han tenido que ir a achicar agua en un garaje de la Cañada, en Villena, y a apuntalar una casa en Ibi.