El primo, un adolescente de 15 años, aseguró a la Guardia Civil que encontró el cadáver del niño en el armario y que lo tiró en un descampado junto al río Segura porque se «asustó».
La fiscal encargada de la investigación del caso realizará lo que se denomina una exploración -una toma de testimonio- al adolescente, también búlgaro, para determinar posibles responsabilidades.
Respecto a la madre adolescente, no se podría actuar penalmente contra ella aunque se determinara que tuvo responsabilidad en la muerte del pequeño, puesto que cuando ocurrieron los hechos era menor de 14 años. Sin embargo, la niña los cumplió poco después del parto, que, al parecer, se produjo el día 1 de enero.
La adolescente asegura que dio a luz sola y que el bebé nació muerto. Declaró que lo ocultó en el armario para que sus padres no se dieran cuenta de que había estado embarazada. El 3 de enero, la niña tuvo que ingresar en el Hospital Vega Baja por fuertes hemorragias y complicaciones posparto, ya que, al parecer, no había expulsado completamente la placenta.
El centro sanitario alertó a la Guardia Civil de Almoradí al darse cuenta de que la pequeña había dado a luz, y los agentes de la Policía Judicial se hicieron cargo entonces de la investigación. El primo de la niña acabó confesando que había arrojado el cuerpo del bebé a un descampado situado en las inmediaciones del río Segura.
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