El Centro Cultural parece la historia de nunca acabar. En agosto de 2010, el entonces conceller de Economía, el benidormense Gerardo Camps, aseguraba en una visita al esqueleto de hormigón situado en la avenida de Europa que el mes de noviembre de 2011 Benidorm ya contaría con una infraestructura dedicada a las artes. Lo cierto es que la Conselleria de Turismo y Cultura confirmaba en julio del pasado año que las obras llevaban unos meses paralizadas, entre otras cuestiones, por la época estival y por los modificados del proyecto.

Fue el expresidente del Consell Francisco Camps quien colocó, en marzo de 2007, la primera piedra de un espacio para la música y el arte que tenía que estar acabado dos años después y que comenzó con un coste de 37 millones de euros que ya ha aumentado hasta los 46 millones, según las fuentes consultadas.

La Generalitat prometió al Ayuntamiento que las obras se retomarían en el primer trimestre de 2012, del que solo le queda marzo para cumplir su palabra. Mientras, vecinos y residentes ven como una mole de hormigón se levanta en medio de una de las avenidas más importantes de la ciudad sin que nadie mueva un ladrillo.