Tras unas navidades sin emitirse uno de los programas estrella de la cadena como es La Noria, este sábado regresó con fuerza a la parrilla, y para desaliento de sus detractores y competencia, por partida doble, como Noria y Gran Debate. Eran muchos los que creyeron el formato había fenecido como consecuencia de ese boicot tan interesado que recayó sobre La Noria unos meses atrás. Pero lejos de ser así, y cual ave fénix, resucitó el Gran sábado noche de Telecinco, ése que genera ocio y polémica a partes iguales y que tanto seguimiento tiene por parte de la audiencia.

La vuelta vino acompañada de las grandes marcas, de los internautas que situaron al Gran Debate como trending topic, y cómo no, de los que de manera residual criticaron a la cadena por cambiar el formato de La Noria para su lavado de imagen. Si bien estos no pudieron arrastrar a los internautas que pensaron, que de necesitar un castigo Telecinco, ya lo recibió en 2011, y se dedicaron simplemente a seguir su rutina habitual, que es disfrutar de la polémica que les regala Mediaset, y comentarla en las redes sociales.
Las redes sociales regalaron al restreno de La Noria y su pareja de baile, El Gran Debate, un gran recibimiento: Muchos comentarios positivos, otros tantos conversando sobre los tertulianos y sus opciones en el debate, y sobre todo mucha conversación online en paralelo al programa. El sueño de todo publicista. En resumen, Telecinco volvió a conseguir que se hablara de ellos, y no mal, sino todo lo contrario.
Se puede colegir una enseñanza del “ocaso” e imponente resurgir de las noches del sábado de Telecinco, y es que los telespectadores, como los internautas, cuando hablan -y lo hacen a través del mando y sus tuits- son entes soberanos, que al margen de los que organizan boicots o de esas interesadas agencias como la ATR, saben lo que les gusta, y este fin de semana optaron por sintonizar Telecinco y hablar en internet de su Noria y la aparición de El Gran Debate.