En un partido que puede ser dramático, nada menos que frente al Real Murcia, el Hércules de Alicante podría verse abocado a jugar fuera de su estadio.

Será así si no es capaz de hallar la manera de instalar una iluminación que esté lista para la jornada que debe disputarse el uno de junio, cuando la Federación Española de Fútbol obliga a que todos los encuentros en los que participe algún equipo implicado en la lucha por el ascenso o el descenso se disputen a la misma hora, a las ocho de la tarde.

Las opciones son escasas, y pasan por alternativas como Elche o Valencia, que no serían demasiado bien recibidas por la afición local. La posibilidad de jugar en el campo del rival,  el Murcia, también implicado en la lucha por evitar el descenso, resulta descabellada.

El problema del Hércules es de tesorería -ya que el club no dispone de ese dinero, por lo cual tendría que buscar una empresa dispuesta a esperar o solicitar un crédito-, y de tiempo, por que apenas queda margen para negociar.