A nadie le gustaría que su hijo fuese el objeto de las burlas y las agresiones de sus compañeros de clase pero ¿Alguna vez te has preguntado que harías si tu hijo fuese el verdugo? ¿Si fuese el terror de otros niños?

José Lagares, un padre de familia de Killeen, Texas, sufría desde hacía tiempo ese problema. Su hijo de apenas 9 años se había convertido en todo un acosador en el colegio y se mostraba tan violento que no tuvo más remedio que castigarlo dándole de su propia medicina.

Tal y como explica el Huffington Post, José obligó a su hijo a colocarse en una calle muy transitada de vehículos con un cartel en el que se podía leer: “Soy un acosador, toca el claxon si odias a los acosadores“.

“El bullying es una forma de humillación pública y quizás así entienda que cuando él humilla a alguien públicamente no se siente bien. La próxima vez que trate de intimidar a alguien se lo va a pensar varias veces”, explicó el padre.

Cada vez son más los padres que, cansados de soportar las actitudes de sus hijos, no dudan en castigarlos públicamente. Ya sea porque avergonzaron a sus padres bailando twerking o porque se burlase de otros compañeros por no vestir ropa de marca.

¿Qué opinas del castigo?