La ciudad más amable de España: así se llama Alicante en los comentarios de bienvenida de su página web oficial. Tiene un ambiente sorprendentemente acogedor. Es interesante, divertido y cálido casi todo el año. Hay muchas razones para llamarlo «el lugar para estar». Lea el artículo para obtener más detalles.
El sur de España es famoso por sus ciudades con una historia fascinante. Alicante no es una excepción. La primera mención de la ciudad, situada en el soleado litoral de la Costa Blanca, aparece en el siglo III antes de Cristo. Luego apareció un pequeño asentamiento en el lugar, fundado por el padre del legendario Aníbal: Hamilcar Barca.
Los griegos llamaron al lugar Akra Leuké (pico blanco en griego), mientras que los romanos lo llamaron más tarde Lucentum (‘ciudad de la luz luminosa’). Este trozo de tierra, estratégicamente situado en un terreno elevado, rodeado de colinas y con acceso al mar, fue entonces reclamado por los moros. Tras su conquista, la convirtieron en un importante puerto y la bautizaron con el nombre de al-Laqant, que posteriormente dio lugar a su nombre moderno.
El Reino de Castilla y el Reino de Aragón lucharon por el derecho a ser el único propietario de estas tierras en el siglo XI. Al pasar a manos de la Corona de Castilla, entre los siglos XIV y XV Alicante comenzó su rápido desarrollo como un importante centro de comercio marítimo.
De hecho, Alicante fue una de las pocas ciudades españolas que sobrevivió al intento de conquista napoleónica. Los primeros años del siglo XIX constituyen un hito de gran éxito en la historia de la ciudad. Se construyeron ferrocarriles a través de España que unían el centro y el sur del país y establecían la posición del puerto de forma permanente.
Los bien conservados monumentos históricos y arquitectónicos de diferentes épocas, el suave clima mediterráneo y la larga fila de playas han hecho que viajeros de todo el mundo se fijen en Alicante en los años 60. Fue entonces cuando Alicante se convirtió en una popular estación balnearia, además de ser un importante núcleo costero.
Atracciones
En los días soleados, la famosa Explanada de España recorre la avenida. El histórico Mercado Central le resguarda del calor estival y le ofrece tiendas de productos locales y souvenirs.
Una de las razones por las que los veraneantes eligen Alicante es que ofrece una fantástica combinación de actividades de playa y mucho turismo.
Hay una serie de lugares en la ciudad que vale la pena dejar el traje de baño y explorar. Por ejemplo, el Castillo de Santa Bárbara. Una de las mayores fortalezas medievales de España fue construida durante la dominación árabe y fue reconstruida y modernizada en diferentes momentos por los franceses y los propios españoles. Combina varios estilos arquitectónicos. Destaca también su privilegiada situación en la cima del monte Benacantil (166 metros sobre el nivel del mar). Los visitantes de la fortaleza tienen las mejores vistas de la ciudad. Hay un ascensor de pago integrado en la montaña, pero no hay que pagar para entrar en el recinto. La bajada al pueblo se recomienda por la carretera que atraviesa el pintoresco Parque de La Ereta.
El MACA (Museo de Arte Contemporáneo de Alicante) también merece una visita. El museo cuenta con una impresionante colección de pinturas y esculturas en sus salas, incluyendo obras de Salvador Dalí y Pablo Picasso. Además, la entrada al museo es gratuita.
El punto de referencia de la ciudad y una de sus atracciones más populares es la Explanada de España. La amplia pasarela recorre el paseo marítimo y está totalmente revestida con un mosaico de unos 6,5 millones de piezas de mármol. A ambos lados se plantan palmeras y parterres, y en el césped se pueden ver esculturas de fantasía.
Otro lugar que merece la pena visitar en Alicante es el Mercado Central. No sólo se puede ir aquí a comprar, sino también a admirar el antiguo edificio con sus magníficos bajorrelieves.
Un paseo por el Casco Antiguo le llevará a varios lugares de interés clave a la vez. Por ejemplo, la Catedral de San Nicolás, construida en el emplazamiento de una mezquita musulmana demolida, debería estar en su itinerario. La Basílica de Santa María, de estilo gótico, deleita a los visitantes con su mezcla orgánica de barroco y rococó, y con las antiguas esculturas de su interior. El Ayuntamiento del siglo XVIII también es bastante interesante.
En estas partes, incluso los que se consideran expertos en la lengua española pueden descubrir nuevas facetas lingüísticas. El valenciano, un dialecto de la lengua catalana, prevalece en la región. Por la misma razón, además del castellano-alicantino, la ciudad tiene un segundo nombre oficial, el valenciano Alacant.
Si hace buen tiempo, puede dirigirse a la isla de Nueva Tabarca. Para una escapada aislada de la mundana belleza natural de Valencia, estas encantadoras calas, cuevas y playas cristalinas son ideales. Este pequeño islote mediterráneo está situado a unos 22 km de Alicante y se puede llegar a él en menos de una hora. Hay numerosos catamaranes que salen a diario desde el muelle de la ciudad hasta la isla. El coste del billete (dependiendo de la compañía de ferry) no suele superar los 20 euros.
Playas y deportes en Alicante
Es justo decir que para unas buenas vacaciones en la playa, no es necesario salir de la ciudad. Alicante cuenta con numerosas playas de arena. Han recibido la bandera azul internacional por su limpieza y coherencia con las normas medioambientales. San Juan, Urbanova y Postiguet son considerados los mejores.
En cualquiera de las playas de la ciudad hay algo para los entusiastas de los deportes acuáticos, con snorkel, buceo, surf y windsurf, así como competiciones de pesca.
En los últimos años, el golf se ha convertido cada vez más en el primer deporte acuático del mundo. Muchos turistas se dirigen a Alicante para probar este deporte cada vez más aristocrático.
Los inmaculados campos de golf se integran en el paisaje natural de colinas de la ciudad. El campo de golf de El Plantio Golf Resort, de cuatro estrellas, está abierto a los jugadores no socios para visitas puntuales. Otro destino de golf de renombre es el Hotel Alicante Golf. Aquí, los huéspedes pueden disfrutar de un lujoso campo de 18 hoyos diseñado por Severiano Ballesteros.
La natación y las actividades deportivas consumen mucha energía. Para compensar, diríjase al centro gastronómico local, donde la comida es deliciosa.
El arroz reina en este paraíso culinario y es el ingrediente principal de la mayoría de los platos de la singular cocina local. La paella tradicional española, que los restaurantes alicantinos acompañan con verduras o marisco, es un plato imprescindible. Dada la proximidad del mar, se garantiza que éste sea fresco.
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